miércoles, 19 de octubre de 2011

Unos LOBOS para la reflexión.



Una mañana un viejo Cherokee le contó a su nieto acerca de una batalla que ocurre en el interior de las personas.(Y en el interior de las organizaciones añado yo)

Él dijo, "Hijo mío, la batalla es entre dos lobos dentro de todos nosotros"....

"Uno es Malvado" - Es ira, envidia, celos, tristeza, pesar, avaricia, arrogancia, autocompasión, culpa, resentimiento, soberbia, inferioridad, mentiras, falso orgullo, superioridad y ego.

"El otro es Bueno"
- Es alegría, paz amor, esperanza, serenidad, humildad, bondad, benevolencia, amistad, empatía, generosidad, verdad, compasión y fe.

El nieto lo meditó por un minuto y luego preguntó a su abuelo:

“¿Qué lobo gana?”

El viejo Cherokee respondió: "Aquél al que tú alimentes."

Sin más, os deseo un bonito día de Sol ;)

miércoles, 12 de octubre de 2011

¿Podemos callar a las REDES?






Planteo un SUPUESTO PRÁCTICO para debatir en la red, es ficticio e imaginativo (como fue el Secreto de la habitación 304) pero como sucedió con el post de la UGC puede que entre todos y todas busquemos la inteligencia colectiva y puede que encontremos luz y respuestas a un supuesto que algún día puede sucedernos.

En busca de la mejor resolución del caso lo comparto.


Sería como un CASO CLÍNICO VIRTUAL:

El empleado A contratado en la empresa XXX tiene un blog de uso personal, es una persona participativa en las redes sociales, incluso se podría decir que tiene cierta influencia, se le podría considerar un GURU, tiene IMPACTO cuando escribe, genera opinión, y es respetado. Es un magnífico trabajador, leal, legal y siempre mantiene en su empresa una actitud positiva y crítica, busca siempre lo mejor para ella. (#empleado10)

Como es proactivo, inquieto y culto, se informa, se forma, comparte, propone, debate, siempre pensando que los mejores trabajadores deben estar al día..
Un día entre sus lecturas descubre un TEMA (siempre en su línea de #buenrrolling) que publica en su blog pero…sucede algo inesperado y el responsable máximo de su empresa (que ha sido alertado por instancias superiores) le recomienda “no darle DIFUSIÓN en las REDES por ahora a este TEMA”.

Preocupado, sorprendido y sabiendo que lo único que ha hecho ha sido sacar a debate un tema, el empleado A no sabe qué debe hacer.

PROPUESTAS DE RESOLUCIÓN:

Opción A: Sigue adelante porque quiere debatir el tema en la red (es un defensor de la horizontalidad y del debate público), puede que haya propuestas nuevas, mejores e interesantes y la inteligencia colectiva y la horizontalidad pueden ayudar. Ademas no se pueden silenciar a las redes, ni las opiniones, el empleado A no esta tratando ningún tema que no pueda ser tratado en público (no es un secreto de estado) ni está incumpliendo ninguna ley pública.
El cantor no puede ni debe callar

Opción B: Se para en seco y deja de publicar su blog y deja de realizar opiniones públicas sobre el tema en cuestión. El jefe es el jefe y él es un empleado dócil, manejable, obediente y humilde. Además el trabajo esta muy mal y vaya a ser que lo pongan en la puerta de la calle, nunca se sabe qué puede pasar.
Se puede y se debe callar al cantor.


Algún dato mas a conocer: sus compañeros de trabajo estan divididos entre si debe seguir o debe callar, hay miedo y silencios sospechosos, nadie se fía de nadie.

No se si están todas las opciones claras y la situación bien descrita, a las situaciones ficticias puede que le falte el punto de realidad y hace que se olviden algunos detalles.

¿Qué debe hacer el empleado A? ¿podemos callar al cantor? ¿podemos callar a las redes? Todos estamos publicando, a veces temas complicados y ya somos seguidos, leídos, analizados y escuchados, pero ¿y si esta en juego tu trabajo?

¿TU QUE HARÍAS? La filosofía de las REDES está en juego.

(horizontalidad, democracia participativas, inteligencia colectiva, transparencia, equidad…)


PD: repito es un caso ficticio, pero... ¿y si algún día "la realidad supera a la ficción"?.

viernes, 7 de octubre de 2011

El TIEMPO 2.0 y el ESPACIO 2.0




Ultimamente reflexiono sobre el tiempo 2.0 y el espacio 2.0.
No quiero ser una chica 2.0, bueno, quiero pero no puedo, ni debo, me explico:
¿Cuándo, dónde y cómo puedo utilizar las redes sociales? ¿Qué hago con el conocimiento obtenido en ellas? ¿Qué he dejado de hacer en el tiempo que ahora le dedico a las redes? ¿qué resultados obtengo?

Veamos las cuentas:

Tiempo estimado en leer correo: unos 50 mensajes al dia: 30 minutos, concentrada (contestando a 8 de ellos, los demas son información no relevante).

Tiempo estimado de cada paseo por twitter (varias veces al dia):
Descartar, leer interesantes, abrir enlaces, leer, comentar, analizar, RT y aportar
Unos 20 minutos.

Tiempo estimado en redes sociales:
Facebook en PC (porque en el smartphone es muy dificil) 30 minutos, cada vez le dedico menos tiempo, hay muchos amigos que se han cambiado al G+, me gusta comentar, leer algun enlace o ver fotos de amigos y escuchar algun vídeo.

Linkendin: red mas profesional, hay que dedicarle mas tiempo al análisis. Por ahora parada.

Google +: me da mucha pereza empezar en esta red, mantengo mi FB y se que me cambiaré, sera el mismo tiempo que FB de 30 min. a 1 hora, dependerá de por dónde vengan los enlaces.

BLOG: cuando yo escribo un post las 2 horas no me las quita nadie. Y luego dar las gracias y mantener el ritmo de los comentarios en TL, FB y en el propio blog.


Cultura general y profesional:

Leer otros blog y contestar, prensa, revistas cientificas, alertas de google, foros profesionales, RSS, mínimo de 30 minutos a 1 hora.


Sin hacer nada especial (escribir un post) el tiempo invertido es: 30 minutos (leer correo ) + 20 minutos (twitter) + 30 minutos de FB + 1 hora (cultura profesional)… total 2 horas y media, en un único acceso a las redes y calculando por abajo, porque hoy viernes me he dado el lujo de llevar sentada ya 4 horas.


¿Y todo este tiempo invertido para qué?


¿La información que he generado o he leído ha revertido en mejora de salud de mis pacientes?, ¿he logrado implementar alguna idea de las que he aprendido y encima tienen evidencia A? Me he formado, me he informado y he compartido la información, mucha información, pero ¿todo este tiempo multiplicado por todos los que lo hacemos ha servido para algo?

Vuelta a lo mismo: Evaluación de resultados del tiempo invertido en el 2.0 para resultados (de salud).

Y otro pequeño detalle a analizar: el tiempo que necesito para formarme y para compartir información ¿lo puedo utilizar dentro de mi horario laboral? Pues... DEPENDERÁ, si el resultado del análisis de la evaluación de resultados es favorable a la Organización que me paga ¿no?


¿Qué he ganado?

Mucha información, debates, amigos virtuales, nuevas formas de ver la realidad, actitudes, horizontalidad, comunicación.
¿qué he dejado de hacer en modo 0.0?
He dejado de leer literatura, de pasear, de ir a clase de inglés( hoy de ir a mi ciclo indoor grrr), porque quiero, claro ;)

Balanza: para mi POSITIVA
todo se aprende, hay que buscar el EQUILIBRIO. Un pequeño tiempo 2.0 y un espacio 2.0, una especie de “horario de atención al público”, aquí no vale la “ libre demanda” porque las redes enREDan.

Un detalle: tendría que preguntarle a mi familia ¿os atrevéis a preguntarle a la vuestra?
Otro detalle de última hora : ¿os atrevéis a preguntarle a vuestro Jefe?

El dospuntocerismo es imparable, pero tenemos que hacer crítica interna y analizar hacia donde dirijimos su avance.
Aquí seguiremos debatiendo y reflexionando.

sábado, 1 de octubre de 2011

El SECRETO de la habitación 304.




Es clave fundamental en nuestra mirada enfermera tener bien graduadas las gafas para no desenfocar.


Don Jose tiene mal carácter, es desagradable, grosero, irritante, lleva mucho tiempo en la planta con nosotras, demasiados meses, pero ¡no se acostrumbra a las normas!, protesta por todo, nada le viene bien y nada se hace a su agrado.

La verdad es que ha tenido mala suerte, no han salido bien las cosas y todo se ha complicado, aquí sigue, solo, casi nadie viene a verlo. Se han hecho muchas cosas por él, incluso una ONG viene algunos días a visitarlo y a sacarlo de paseo a la puerta del Hospital y vuelta a la habitación, sólo, primero porque había orden médica y ahora nadie lo sabe, supongo que porque es insufrible. A todas nos trata mal, es insoportable y estamos muy cansadas, ¡¡¡le vamos a poner una reclamación como él nos pone a nosotras todas las semanas!!!.

Una mañana a la hora del desayuno llegó al estar de enfermería una noticia sobre don José, corrió como la pólvora, nos quedamos mudas, sin palabras, nos miramos en silencio, cerramos los ojos, nos llevamos las manos a la cabeza ¡¡¡cómo hubieran cambiado nuestras ACTITUDES si hubieramos sabido lo que sabíamos ahora!!!

Cambiaron nuestras formas en la habitacion 304, pequeñas cosas, llamábamos a la puerta, saludábamos al entrar, sonreíamos, le visitábamos a menudo aunque no llamara al timbre... Don José siguió con su mal carácter, sin visitas, pero... algo cambió en nosotras y poco a poco en él.

Aún sigue con nosotras.

Entenderéis que no puedo desvelar el SECRETO de don José (que seguro reconocéis cercano) pero os contaré otra historia del libro "Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva" de Stephen R. Covey para que entendáis porque tenemos que cambiarnos las GAFAS para que nuestra MIRADA ENFERMERA no desenfoque.




Era domingo por la mañana en el metro de Nueva York. La gente estaba tranquilamente sentada, leyendo el periódico, perdida en sus pensamientos o descansando con los ojos cerrados. La escena era tranquila y pacífica.

Entonces, de pronto, entraron en el vagón un hombre y sus hijos. Los niños eran tan alborotadores e ingobernables que de inmediato se modificó todo el clima.

El hombre se sentó junto a mí y cerró los ojos, en apariencia ignorando y abstrayéndose de la situación. Los niños vociferaban de aquí para allá, arrojando objetos, incluso arrebatando los periódicos de la gente. Era muy molesto. Pero el hombre sentado junto a mí no hacía nada.

Resultaba difícil no sentirse irritado. Yo no podía creer que fuera tan insensible como para permitir que los chicos corrieran salvajemente, sin impedirlo ni asumir ninguna responsabilidad. Se veía que las otras personas que estaban allí se sentían igualmente irritadas. De modo que, finalmente, con lo que me parecía una paciencia y contención inusuales, me volví hacia él y le dije: «Señor, sus hijos están molestando a muchas personas. ¿No puede controlarlos un poco más?».

El hombre alzó los ojos como si sólo entonces hubiera tomado conciencia de la situación, y dijo con suavidad: «Oh, tiene razón. Supongo que yo tendría que hacer algo. Volvemos del hospital donde su madre ha muerto hace más o menos una hora. No sé qué pensar, y supongo que tampoco ellos saben cómo reaccionar».

¿Puede el lector imaginar lo que sentí en ese momento? Mi paradigma cambió. De pronto vi las cosas de otro modo, y como las veía de otro modo, pensé de otra manera, sentí de otra manera, me comporté de otra manera. Mi irritación se desvaneció. Era innecesario que me preocupara por controlar mi actitud o mi conducta; mi corazón se había visto invadido por el dolor de aquel hombre.

Libremente fluían sentimientos de simpatía y compasión. «¿Su esposa acaba de morir? Lo siento mucho... ¿Cómo ha sido? ¿Puedo hacer algo?»

Todo cambió en un instante.